Limpiar, ordenar, sacar telarañas, desempolvar rincones, botar proyectos inacabados, desenfocados o inabordables, rescatar lo que sigue pareciendo interesante a pesar de haber estado durmiendo en un cajón.
Poner música fuerte, prender una vela, fumarse el último y el primero del año....
Todo se condensa en dos enormes bolsas de basura.
Pinturas que aún no vuelven de sus recorridos, pinturas en proceso, pinturas que aun están siendo soñadas e imágenes que se van condensando en la memoria.
Muchas cosas sucedieron en estos 12 meses, Lograr la cumbre del Cerro el Plomo y del Vallunaraju en Huaraz, Perú, fueron dos importantes desafíos a nivel deportivo. Subir una montaña y retornar a la ciudad es siempre un viaje que te lleva al interior de ti mismo al silencio absoluto, a la diminuta dimensión de tu corporalidad para percibir la naturaleza en toda su monumentalidad. El frio y la fragilidad destronan todo ego.
No barro, paso la aspiradora, arrasando con ácaros, pequeños caracoles vacíos, mudas de araña tigre y uno que otro cadáver de barata... (mi taller es un ala del patio que cerré con vidrio, extirpando una barbacoa y varias jardineras con plantas que estaban adosadas a la pandereta) Bichos que van muriendo en el camino y que hay que sacar para que las arañas no se alimenten de sus despojos.
No me gusta matar arañas, pero a veces se toman demasiadas libertades y se apropian de demasiados territorios, hay que mantenerlas en su mundo, un mundo en el que se alimenten de las moscas sin que aparezcan en tus toallas.
En los paisajes más hermosos siempre hay bichos, éstos son su alma subterránea o cruzan el aire azul, sin ellos, no hay paisaje, sólo una fotografía.
Año de contrastes, desde el frio de las cumbres al sol del desierto, primero Copiapó, Bahía Inglesa y Caldera y luego Calama, San Pedro y sus alrededores. Lugares que no conocía y donde encontré personas maravillosas que abrieron la puerta a mi trabajo y dejaron una profunda huella en mi corazón.
La arena, las dunas, las quebradas, los oasis, los pueblos que beben los rios gota a gota, los gigantescos camiones de la minería que parecen juguetes en la inmensidad del paisaje, los remolinos de viento, los colores del atardecer, las callecitas despobladas y blancas de los pueblos del interior, los muertos que rondan las animitas y los coloridos cementerios que cantan con sus coronas de flores de papel, la sal, los flamencos y los volcanes...
Pruebo algunos discos, no disc, me dice la pantalla... y sigo llenando la bolsa de basura.
Este si, este no, este lápiz tiene la mina quebrada por dentro, se bota.
Aparecen dibujitos de los niños,
Los niños, mis niños, (no ya tan niños) los niños del taller, organizar las clases, aprender de los niños y agradecer las lecciones, la próxima temporada lo aprendido hará la tarea más fluida...
Una carpeta llena de papeles me ataca por la espalda.....uuufff me acuerdo de todas las gestiones, la asociación, los proyectos pendientes, lo que hay que hacer en Enero...
NO HOY NO es 31 y sólo me preocuparé de limpiar lo viejo y dejar espacio para lo nuevo.
Cierro la carpeta, la dejo en otra pieza: Esto lo haré a partir de día 2
Apago la aspiradora, aprieto un botón y el cable desaparece rápidamente dentro de la máquina...
Miro mi trabajo, el taller está limpio, las paredes despejadas para recibir nuevas obras, mi gigantesco collage de kraft y papel de diario me espera a medio realizar... a ver si esta obra fructifica: espero una señal.
El corazón?
También espera una señal que conecte el Amor, el Arte y la Armonía con un buen plato de ostiones y una copa de vino blanco.
FELIZ 2010!
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