El día 12 de Marzo se inauguró la muestra RADIX ¿Dónde está el Centro? donde participamos Michelle piaggio, Vittorio Queirolo, Vicente Rojas y quien escribe.
Esta exposición, organizada en conjunto por Plaza del Arte y el Instituto Italiano de Cultura, se realizó con ocasión de la visita del presidente de Italia Sr. Giorgio Napolitano como una forma de consolidar las nuevas actividades del Instututo que, entre otras cosas, abrió con esta muestra su renovada Sala Italia, Biblioteca y Sala de Teatro.
Lo más importante de esta muestra es que, nuestros orígenes italianos, que en una primera instancia nos pareció algo circunstancial que nos reunía para los efectos de "armar" una muestra de artistas Italo-Chilenos, terminó siendo un hilo conductor que puede ser percibido por los espectadores como una fuerte tendencia a la experimentación, sin descuidar por ello la forma, la composición y el cuidado por la utilización de los materiales. Una surte de "clasicidad" que se asocia naturalmente al Arte Italiano se hacía presente con una inusitada fuerza y expresividad.
La muestra puede ser visitada de lunes a jueves de 9:00 a 17:30 y los viernes de 9:00 a 14:00 hrs.
LOS ARTISTAS
Michelle Piaggio:
Nos presenta una obra sensible a los materiales y las texturas, trabajadas con arenas y tierras de color, el pigmento se integra a la materia conformando un todo armónico y sutil. Los grafismos aparecen como insinuaciones de lenguajes olvidados, que a veces parecieran humanos y otras, surgen como si se tratara de la erosión natural producida por el aire y el viento en las superficies de piedra arcillosa. Un trabajo donde la poesía y no la narrativa es la que conduce al espectador a adentrarse en el mundo interior de la artista.
Nos presenta una obra sensible a los materiales y las texturas, trabajadas con arenas y tierras de color, el pigmento se integra a la materia conformando un todo armónico y sutil. Los grafismos aparecen como insinuaciones de lenguajes olvidados, que a veces parecieran humanos y otras, surgen como si se tratara de la erosión natural producida por el aire y el viento en las superficies de piedra arcillosa. Un trabajo donde la poesía y no la narrativa es la que conduce al espectador a adentrarse en el mundo interior de la artista.
Vittorio Queirolo:
La interesante propuesta de Queirolo rescata como soporte plástico, páginas del periódico La República editados entre los años 1866 al 68.
Una serie de 96 rostros componen la totalidad de esta obra, los cuáles nos miran y contrastan la soltura gestual de la gráfica y la mirada contemporánea del artista con las noticias “fundacionales” de esos años. Un trozo de la historia de Chile desfila ante nuesros ojos obligándonos a preguntarnos respecto a nuestros propios orígenes.
El mayor valor de esta obra reside justamente en el equilibrio entre la calidad plástica de cada una de las piezas que la componen y su contenido, uniendo arte e historia… mezclándose con vivencias personales del artistas que están ocultas, como signos, que se descubren “entre líneas”
Vicente Rojas Ruggeri:
La interesante propuesta de Queirolo rescata como soporte plástico, páginas del periódico La República editados entre los años 1866 al 68.
Una serie de 96 rostros componen la totalidad de esta obra, los cuáles nos miran y contrastan la soltura gestual de la gráfica y la mirada contemporánea del artista con las noticias “fundacionales” de esos años. Un trozo de la historia de Chile desfila ante nuesros ojos obligándonos a preguntarnos respecto a nuestros propios orígenes.
El mayor valor de esta obra reside justamente en el equilibrio entre la calidad plástica de cada una de las piezas que la componen y su contenido, uniendo arte e historia… mezclándose con vivencias personales del artistas que están ocultas, como signos, que se descubren “entre líneas”
Vicente Rojas Ruggeri:
Retoma con fuerza la investigación en un soporte en el cuál ha ya trabajado obras de gran fuerza expresiva y poética.
Las rejillas metálicas, recubiertas con aplicaciones de papel y acrílico, producen una superficie rica en texturas y transparencias. Uniendo piezas con remaches metálicos, cada trabajo se transforma en una suerte de textil donde el color, la atmósfera y las fuertes texturas conviven con personajes mágicos sacados de un cuento o de un sueño.
De producción lenta y meditada, cada obra es una invitación a viajar a un mundo de dimensiones insospechadas, reversible, que nos trae a la memoria ciertas piezas de tejidos a telar: una invitación al vuelo y al sueño.
Las rejillas metálicas, recubiertas con aplicaciones de papel y acrílico, producen una superficie rica en texturas y transparencias. Uniendo piezas con remaches metálicos, cada trabajo se transforma en una suerte de textil donde el color, la atmósfera y las fuertes texturas conviven con personajes mágicos sacados de un cuento o de un sueño.
De producción lenta y meditada, cada obra es una invitación a viajar a un mundo de dimensiones insospechadas, reversible, que nos trae a la memoria ciertas piezas de tejidos a telar: una invitación al vuelo y al sueño.
Arianna Rosso:
Nos integra a una vorágine de color y gráfica, sensibilizándonos frente a restos de materiales recompuestos y reutilizados para unificar, por trozos, una obra mayor.Mostrando dominio en el dibujo, el color y la composición, las obras responden a la estética del collage, llevándonos a construir mundos visuales que se superponen en transparencias y dibujos nerviosos y dinámicos.Un alto en un trabajo minimalista y monocromático que venía mostrando en años anteriores que, más que un cambio, es el rescate del lado B de su trabajo, lo que no se vio del proceso, lo que quedó oculto tras el bastidor.
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